Pocas veces pasa que no tenga algún ruido en la cabeza que provenga del exterior, puede ser: the weeknd repitiendo el coro de often por milésima vez ya, o el episodio nuevo de es un crimen o alguna conversación irrelevante y divertida con Rodolfo, sobre algún juego o algun video hilarante visto en el internet. sin importar su origen, está ahí esa cortina sonora entreteniendo mi cabeza. Pero en esas escasas ocasiones que no está ese ruido exterior entreteniendo a mi mente, mi cerebro empieza a generar su propio ruido en forma de una voz. No sé de dónde viene exactamente esa voz. Sólo sé que está ahí, susurrando historias fascinantes en mis orejas, la voz es idéntica a la de Hernan Casciari (mi escritor argentino favorito) esto es así debido a que muchas veces antes de dormir aun con la mente muy despierta me pongo la lectura de sus cuentos para concentrarme en acurrucarme.
Al principio
pensé que la voz era un sistema de defensa creado por mi mente en contra del
insípido silencio que se generaba por no tener mis audífonos o un amigo cerca,
y que solo generaba historias sin más. Hasta que llegó ella: Flor una maestra
de preescolar que un día luego de ver la infidelidad de su marido decide
matarlo a punta de golpes con un mazo para vengar años de abuso. Ella fue la
protagonista del primer cuento que escribí porque sentí que una historia tan
dramática debía ser contada al mundo. Luego llegó un joven que entró en un hoyo
de amargura cuando descubrió que ir a la gran ciudad no le iba a brindar la
vida que soñaba, y con ellos fueron llegando muchos más, que cuanto más
escribía, más claro se volvía. Cada palabra que escribo es un pedacito de esa
voz, que plasmo, cada historia de dolor , desilusión y locura que fluye a través de mí . Todo es
literatura.
preciosoooo¡
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