Solo se necesitó de un soplo de
vida para que el gran omnipotente transformará rocas en una civilización, parece
increíble pero es así como durante muchos años se vivió en el planeta Rolcán,
un lugar muy lejano a nuestra galaxia, con abundantes nubes de polvo de
estrellas que a veces generaban destellos, pues la atmosfera del planeta era
densa y oscura, pero en su interior contenía un volcán del cual emergían
pequeños ríos de lava que al fusionarse con los minerales aledaños permitían
que brotasen diamantes. Cautivado por la belleza que estas piedras tenían y
alimentado por el deseo de tenerlas a todas, el gran omnipotente, creo a sus
habitantes. Los rolcanianos, nacían de la roca más lejana al volcán y su único
propósito era recolectar los diamantes para llevárselos a su creador, fue así
que el los diseño de una manera muy simple, su aspecto era brusco y a duras
penas tenían la morfología para desplazarse; es así como se levantó un pueblo
minero que tenía un solo propósito y a su vez, un único pensamiento, que se
repetía una y otra vez dentro de sus cabezas, si es que algunos la tenían, solo
escuchaban la voz del omnipotente que repetía una y otra vez el mismo conjunto
de palabras: - ¡Pica, levanta ó recoge, él al diamante examina, y después de
entregado, solo vuelve a la mina!. Durante siglos esta fue la rutina, pero un
día; uno de los rolcanianos llevó ante su creador una roca que no brillaba, era
opaca, simple y sin gracia, acto que desencadeno una furia incontenible. Así
fue que, el gran omnipotente se dirigió hacia los ríos de lava y observó que ya
no quedaba ninguna piedra en los alrededores, ensimismado en su frustración y
al ver lo simple e inútil que ahora se había vuelto su creación, el gran
omnipotente, se llenó de enojo, su sentimiento fue tan fuerte que iba lanzando,
empujando y pateando a los rolcanianos hacia el río de lava, hasta que no quedo
ninguno de ellos. Al día siguiente, al gran omnipotente lo despertaron varias
voces, esta vez no era su misma voz tarareando el conjunto rutinario de
palabras, eran voces de todos los tonos y timbres, él gran omnipotente sintió
pánico, pero solo necesito abrir los ojos, para ver una gama de diamantes de
colores que se movían y cantaban, eran los rolcanionos, era su creación la que
ahora hacia brillar el planeta. Fue así que, el gran omnipotente decidió darle
el soplo divino a las rocas que había almacenado durante años, para escuchar
nuevas voces y ver nuevos colores, pues cada rolcaniano ahora tenía un brillo
único y especial.
martes, 13 de junio de 2023
Diamante en bruto de Sergio Daniel Gómez Palacios
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