Llevo ya una semana o quizá un mes que
no salgo, estar fuera no es placentero, estar rodeado de más voces me
atormenta, hay demasiado ruido en mi cabeza como para entenderlos a todos, no
logro entenderme, alguien me quiere lejos, alguien me quiere dormido para
siempre, alguien me quiere vivo ¿A quién le hare caso? No soy capaz
de seguir los murmullos son ahora lo único que escucho, ocho, nueve, diez ¿Se
terminó? ¿Qué sentido tiene contar hasta diez? Miro al techo y recuerdo que hoy
lloverá de nuevo, la gotera sigue ahí, mi respiración se agita, hay demasiado
ruido en mi cabeza y ya no creo aguantar más, el murmullo se hace cada vez más
claro y no hay nadie a quien contarle.
Se escucha un susurro en mi cabeza, se detiene, respiro.
Jamás he hablado sobre mis
pensamientos, quizá están tan lejos de todo lo que veo que no soy capaz de
dirigirme a ellos, un día despierto con la plena conciencia de que sigo vivo,
sonrió, camino hacia la cocina, tres o cuatro pasos en un conteo innecesario,
despierto.
Es un día cualquiera en la vida de un
cualquiera que trata de sobrevivir, hay un enorme ruido afuera, se escuchan
murmullos a los lejos y una conversación diluida en mitad de sonidos que no
logro comprender, hay una gotera en el techo de la casa, llueve a cantaros en
la calle y creo que hay alguien rezando rosarios mientras saca agua de su
cuarto, si miro ahora fuera por la ventana quizá me vea, quizá me observara y
no tengo el valor para verlo, me escondo entre lágrimas, no sé cómo se supone
que se debe vivir, uno de estos días o dos, dos, me detengo por un momento ¿Qué
estoy haciendo? Los seres humanos vivimos aquí pero no somos capaces
de vivir, no somos capaces de controlar ni nuestros propios pensamientos.
Se hace tarde, llueve, murmullan,
gritan, se escucha la voz del vecino sacando el agua, la gotera, el silencio
ausente en mi habitación, las lágrimas que caen, no puedo más conmigo mismo,
debe detenerse, a nadie le hare falta, no hay nadie más solo yo siempre he sido
yo.
¿Cómo se siente tener hambre, sentir
frio? No sé qué soy, no sé si estoy soñando, estoy atado a un mundo que no
parece real, se escucha el susurro nuevamente, su histeria y su ruido no me dejan
concentrarme, vamos sigue contando: cinco, seis, siete, siete,
espera, detente, no he iniciado bien ¿Dónde estoy? Mi respiración se agita creo
que me estoy ahogando, no recuerdo como respirar, algo me detiene, escucho una
voz a lo lejos ¿Dónde me llevas? Vuelvo a despertar.
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