lunes, 12 de junio de 2023

En mis propias pesadillas de Charleenn Cardenas Díaz

Llevo ya una semana o quizá un mes que no salgo, estar fuera no es placentero, estar rodeado de más voces me atormenta, hay demasiado ruido en mi cabeza como para entenderlos a todos, no logro entenderme, alguien me quiere lejos, alguien me quiere dormido para siempre, alguien me quiere vivo ¿A quién le hare caso?  No soy capaz de seguir los murmullos son ahora lo único que escucho, ocho, nueve, diez ¿Se terminó? ¿Qué sentido tiene contar hasta diez? Miro al techo y recuerdo que hoy lloverá de nuevo, la gotera sigue ahí, mi respiración se agita, hay demasiado ruido en mi cabeza y ya no creo aguantar más, el murmullo se hace cada vez más claro y no hay nadie a quien contarle.
Se escucha un susurro en mi cabeza, se detiene, respiro.

Jamás he hablado sobre mis pensamientos, quizá están tan lejos de todo lo que veo que no soy capaz de dirigirme a ellos, un día despierto con la plena conciencia de que sigo vivo, sonrió, camino hacia la cocina, tres o cuatro pasos en un conteo innecesario, despierto.

Es un día cualquiera en la vida de un cualquiera que trata de sobrevivir, hay un enorme ruido afuera, se escuchan murmullos a los lejos y una conversación diluida en mitad de sonidos que no logro comprender, hay una gotera en el techo de la casa, llueve a cantaros en la calle y creo que hay alguien rezando rosarios mientras saca agua de su cuarto, si miro ahora fuera por la ventana quizá me vea, quizá me observara y no tengo el valor para verlo, me escondo entre lágrimas, no sé cómo se supone que se debe vivir, uno de estos días o dos, dos, me detengo por un momento ¿Qué estoy haciendo?  Los seres humanos vivimos aquí pero no somos capaces de vivir, no somos capaces de controlar ni nuestros propios pensamientos.

Se hace tarde, llueve, murmullan, gritan, se escucha la voz del vecino sacando el agua, la gotera, el silencio ausente en mi habitación, las lágrimas que caen, no puedo más conmigo mismo, debe detenerse, a nadie le hare falta, no hay nadie más solo yo siempre he sido yo.

¿Cómo se siente tener hambre, sentir frio? No sé qué soy, no sé si estoy soñando, estoy atado a un mundo que no parece real, se escucha el susurro nuevamente, su histeria y su ruido no me dejan concentrarme, vamos sigue contando:  cinco, seis, siete, siete, espera, detente, no he iniciado bien ¿Dónde estoy? Mi respiración se agita creo que me estoy ahogando, no recuerdo como respirar, algo me detiene, escucho una voz a lo lejos ¿Dónde me llevas? Vuelvo a despertar.

 

 

 

 

 

 

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