lunes, 12 de junio de 2023

Fragilidad de la perfección de Maria Camila Benavides Chamorro

En la inmensidad del universo, existen 12 planetas, cada uno con sus propias particularidades y misterios. Pero, de todos ellos, uno llamó especialmente la atención de los científicos del espacio: la extraña Tierra, un planeta en el que las emociones parecen gobernarlo todo. En contraste, en el planeta 012 reinaba la perfección y la ausencia total de emociones. Sin embargo, todo cambió cuando una nave espacial descendió en el planeta 012 trayendo consigo un objeto desconocido que cambiaría para siempre la perfección de su mundo.

De ella salió un ser humanoide con un traje desconocido. Los habitantes del Planeta 012 estaban bien preparados para tratar con seres de otras partes del universo, así que lo llevaron a una cabina y procedieron a extraer su humanidad. Ya habían hecho esto antes, así que no era algo nuevo para ellos.

Pero esta vez, algo salió mal. Durante el proceso de extracción de la humanidad del ser humanoide, una emoción desconocida y muy poderosa se escapó y se esparció por todo el laboratorio. Los habitantes del Planeta 012 la denominaron "maldad". Esta emoción era muy diferente a todas las demás que conocían, y no sabían cómo controlarla.

A pesar de sus esfuerzos por contenerla, la maldad se extendió por todo el planeta, afectando a algunos habitantes de una manera más intensa que a otros. Algunos se volvieron más oscuros y crueles, mientras que otros parecían inmunes al gas.

Un grupo de habitantes del Planeta 012 decidió tomar medidas para combatir la maldad. Utilizaron a personas afectadas por la emoción de la maldad para estudiarla y encontrar una cura. Aplicaron la medicina más avanzada, pero no parecía tener efecto. La maldad seguía extendiéndose cada vez más.

Fue entonces cuando descubrieron que la única forma de combatir la maldad era con emociones igualmente poderosas pero positivas, como el amor, la bondad, la gratitud y la lealtad. Así, crearon una vacuna que fue aplicada a cada habitante del Planeta 012.

Aunque algunos habitantes se negaron a ser vacunados, y otros simplemente no poseían emociones, el Planeta 012 se convirtió en un lugar diferente. Ya no era el lugar perfecto que solía ser, sino un lugar donde las emociones eran parte de la vida cotidiana.

La maldad no fue erradicada por completo, pero los habitantes del Planeta 012 habían encontrado una manera de vivir con ella en armonía. Y aunque la perfección ya no era la norma, habían aprendido que la imperfección podía ser algo maravilloso.


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