28 de
marzo de 2016.
Llevaba
años deseando escribir esta novela. Me llenaba de excusas para no hacerlo:
tengo que acabar la carrera, tengo que trabajar, tengo otras responsabilidades.
Pero hoy por fin puedo comenzar a escribir. O, eso pensaba.
Aún es
temprano, pero la biblioteca está llena (me vine para la Piloto, esperando
encontrar inspiración, qué tonta decisión). Tanto ruido y tanto estúpido no me
permite concentrarme. Subo al segundo piso, organizo el pc y abro Word. Pongo
el título en negrita: Ella es quien soñó la libertad. Aunque solo tengo
el título, estoy seguro del éxito de mi novela. Lo tiene todo para ser un
bestseller.
Desde mi
silla puedo ver el primer piso, allá está ella. ¡Hijueputa!, qué hermosa. ¿Cómo
se llamará? ¿Tendrá novio? ¿Cuántos años tendrá? ¿Unos 20?
Han pasado
3 meses. Llevo 31.500 palabras escritas, pero ninguna es de mi novela. Todos
los días la veo allá abajo, organizando libros, con su pelo rojizo y… Dios, que
hermosa es. No tengo oportunidad. Sube. ¿Me va a hablar? No, sigue derecho. Es
la primera vez que la tengo tan cerca. ¿Tiene piercings en las tetas? ¿Eso es
un liguero de cuero? Sus ojos, su pelo, sus labios. Esa espalda… me encanta su
espalda.
8 meses
escribiendo. Hace rato escribí lo presupuestado inicialmente: más de 80.000
palabras, todas dedicadas a ella. A Camila; así se llama. Lo supe gracias al
guardia. Ahora vengo todos los días y finjo escribir. Mi novela ya no tiene
ningún sentido. Me paro, voy de aquí para allá, buscándola. Buscando respirar
el mismo aire que ella, buscando tocar su cuerpo con mi mirada. ¿Dónde comprará
la ropa? Se viste bellísimo.
Hice una
lista de 20 formas para invitar a alguien a tomar un café. Ninguna me gusta.
Soy ridículo. Ya voy para un año en estas, cómo si un man tan feo como yo
pudiera lograr algo con una nena tan hermosa como ella.
Dios aquí
está Hernán, tu hijo, apiádate de mí.
Hoy se ha
quedado ojeando un libro de Bukowski. Se lo ha echado al bolsillo de la bata.
¿Lo está pidiendo prestado? Ya veo. Sí, esa es la forma. Voy a acercármele, le
voy a decir que también me gusta Bukowski y la invito a un café. Perfecto, ¿no?
— Veo que
te gusta Bukowski —respira Hernán, respira—, a mí también. «También en
primavera mueren los cisnes…».
— ¡Detesto
a Bukowski! —expresión de asco y rabia en su rostro—, lo presto para mi novia.
Mantiene muy ocupada y no puede venir ella misma por él.
— Ah…
entiendo. Disculpe el malentendido.
***
12 de
julio de 2023.
Reciba un
cordial saludo,
Nos alegra
comunicarle que su poema A la mierda con Bukowski ha sido seleccionado
para ser parte del número 44 de nuestra revista.
Cordialmente,
Revista La
mala hora
***
No dejo de
pensar en ella. Jamás podré olvidarla. ¡Camila, Camila, Camila!...
Qué cuento tan genial ¡Me encantó! Muy original ¡Y qué manera de escribir!
ResponderEliminarMe gustó mucho la redacción del escrito, bastante interesante a mi manera de ver.
ResponderEliminarMe gustó mucho esta historia, la redacción, la originalidad, la narrativa, todo ello te engancha y te deja con ganas de que no termine la historia. ¡Excelente trabajo!
ResponderEliminarQue buen escrito, muy atrayente.
ResponderEliminarBuen cuento, muy chévere.
ResponderEliminarQué final tan inesperado, me tomó por sorpresa, plasma de muy buena manera la flexibilidad con que los gustos-preferencias pierden ante la influencia de los comentarios de los demás.
ResponderEliminarMuy buen cuento, concuerdo con Hernán es una mala idea ir a la Piloto.
ResponderEliminarMe pareció muy bueno el cuento.
ResponderEliminarWow que historia, magistral cuento. La ambientación y su personaje transmite esa aura a humanidad que desligada de su naturaleza, se corrompe a si misma.
ResponderEliminarEl cuento espectacular lo leí y me pareció fenomenal
ResponderEliminarQue buen cuento, espero una segunda parte
ResponderEliminarUn cuento muy interesante e inesperado. Me encanta
ResponderEliminarEs super, cómo en cada línea te lleva a ese lugar. Te hace sentir lo que el está sintiendo al verla a ella. Quedé con ganas de mas líneas. Felicidades
ResponderEliminarExcelente, me encanta la forma de transportarnos y experimentar las emociones
ResponderEliminarMe parece genial como se relata el cuento, la manera de transmitir las emociones a través de los detalles está muy lograda, y la conversación tan posible y anticlimática me encanta, felicidades.
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